El poder de la gratitud y la aceptación en el crecimiento personal.
Dar las gracias es uno de los bienes más preciados del ser humano, una forma de responder a la vida desde el amor, un acto de bondad, generosidad y reconocimiento. "Si la única oración que dices en toda tu vida es gracias, será suficiente", dijo el filósofo y místico alemán Meister Eckhart.
El sentimiento de gratitud nos conecta con lo bueno que nos rodea y nos permite valorar las bendiciones que recibimos a diario. Pero, ¿qué pasa cuando también aceptamos lo que no podemos cambiar? ¿Qué ocurre cuando abrazamos la realidad tal cual es?
En la vida, nos encontramos con rachas y etapas que no son como deseamos. Y la única solución para que nuestro bienestar emocional no se vea muy alterado es instalar en nuestra vida la aceptación.
Aceptar lo que no puedes cambiar es de vital importancia para que puedas seguir adelante y transformar tu vida. ¿Quién no ha deseado alguna vez que la realidad fuera otra diferente a la que está viviendo? ¿Quién no ha cometido algún error que desearía modificar? ¿A quién no le ha molestado la actitud o forma de vida de otra persona? Ante cualquier situación que te produzca malestar, analiza si puedes hacer algo para solucionarlo.
De ser así, crea un plan de acción para mejorar tu vida. Pero, en el caso de que veas que no puedes hacer nada para cambiar algo, si quieres seguir adelante tienes que aceptar la realidad o sufrirás más de lo necesario. Luchar en contra de una realidad inamovible será un gasto de energía inútil y dañina. Solo desde la aceptación y el agradecimiento por la enseñanza, podrás seguir adelante sin estancarte.
El poder de la gratitud
La gratitud es un pilar para el crecimiento personal porque cuando eres capaz de valorar las cosas que ya posees, entonces será mucho más fácil atraer las condiciones favorables para tu éxito.
Agradece por todas las cosas buenas que suceden en tu vida: valora tu salud, la familia, las cosas que has logrado, las experiencias que has tenido, la naturaleza, la oportunidad de transformarte a ti mismo, entre muchas más situaciones y detalles que te presenta la vida.
Una gran forma de comenzar el día es con el agradecimiento; observa a tu alrededor y verás que ahí están los más grandes tesoros. Muchas personas no tienen la oportunidad de disfrutar de las actividades más simples como caminar, ver, respirar, tener un techo, disponer de agua potable, etc. Si valoras todo eso, luego puedes trabajar con una mentalidad renovada en el crecimiento personal.
Las emociones positivas impulsan el crecimiento personal. Si quieres dar pasos firmes hacia un excelente crecimiento personal, entonces es vital que experimentes alegría, motivación, entusiasmo, deseo, paz, esperanza, y otras emociones elevadas. Al emplear el agradecimiento, lo consigues.
Las emociones negativas son un enorme obstáculo para el crecimiento personal, así que evita las quejas, los reproches, resentimientos, la culpa, enojos, frustraciones, sentimiento de impotencia, reclamos, y otras emociones densas o de baja vibración. Recuerda que todas esas emociones y sentimientos son veneno para tu éxito.
La trascendencia a través del agradecimiento y la aceptación
Si te imaginas un mundo donde cada persona haga lo que ama, donde agradezcas a tu prójimo y lo aceptes tal cual es, sin necesidad de estar complaciendo a otros, solo actuando desde tu esencia y sintiéndote feliz, entonces te das cuenta del poder que tienen la gratitud y la aceptación en el crecimiento personal.
Los sueños son posibles cuando tú los declaras, son un mandato al universo y te alineas con las personas que te van a acompañar en ese cambio que deseas para el mundo. Desde el agradecimiento y la aceptación, te desarrollas tú y todos los que te acompañan, pues comulgan con tu pensamiento.
El verdadero sentido de la trascendencia está en que todas las personas que toques en este viaje de tu vida, puedan realizarse personalmente y se inspiren en hacer una acción social que realmente abraza la mente de los demás. Al alinear tus valores con las acciones, puedes tener el mundo que deseas transitar y dejar a otras personas, porque ese es el sentido de trascendencia.
La Aceptación: la base del cambio y crecimiento personal
La aceptación y su potencial para el cambio son fundamentales para poder avanzar y conseguir un mayor crecimiento personal. Estamos acostumbrados a luchar contra lo que nos hace sufrir, queriendo evitar el malestar y controlar todo a nuestro alrededor. Sin embargo, la mayoría de las situaciones o circunstancias que nos pasan en nuestro día a día no dependen de nosotros y no tenemos control sobre ellas. Nos centramos en lo que no podemos controlar, lo que nos genera desgaste físico y mental, en lugar de enfocarnos en lo que sí podemos manejar y que depende de nosotros mismos.
Un ejemplo de esta situación es cuando queremos cambiar la actitud de alguien hacia nosotros. Siempre llegaremos tarde a la aceptación de que no podemos controlar las decisiones de otra persona. Lo que podemos hacer es aceptar la realidad y tomar decisiones basadas en lo que sí podemos manejar, como comunicarnos con esa persona y expresar cómo nos hace sentir su actitud.
La aceptación nos permite seguir adelante, avanzar y no quedarnos anclados en el sufrimiento y las batallas contra lo que no podemos cambiar. Aceptar no significa conformarse, sino reconocer que las cosas son como son en el momento presente y buscar alternativas para seguir creciendo.
¿Es lo mismo Aceptación que Resignación?
Muchas veces se confunde la aceptación con la resignación. La aceptación te inclina a la acción, es reconocer que las cosas son como son en el momento presente y comprometerte con tu propia vida, con las cosas que sí puedes hacer.
Por otro lado, al resignarnos, nos estancamos, no hay acción ni compromiso. Las emociones y los pensamientos son negativos y creemos que no podemos hacer nada, cayendo en el victimismo en muchas ocasiones.
Resignarse implica pensar que no podemos cambiar nuestra vida y que siempre seremos infelices. Es importante diferenciar entre ambas actitudes para poder avanzar en el crecimiento personal.
Tu futuro está en tus manos
Aceptar la realidad y hacer algo para mejorar tu vida en el futuro es clave para el crecimiento personal. No todo puede ser de nuestro agrado, ni todas las personas que nos rodean pueden ser iguales que nosotros. La aceptación será tu mejor aliado.
La aceptación juega un papel importante en las relaciones personales. A menudo, nos encontramos con personas que no actúan como quisiéramos, o que tienen opiniones y comportamientos que no compartimos. En lugar de tratar de cambiar a esas personas o de luchar contra sus acciones, la aceptación nos permite respetar su individualidad y establecer límites saludables en nuestras interacciones.
Por lo tanto, la aceptación nos ayuda a centrar nuestra atención en lo que sí podemos cambiar: nuestras actitudes, nuestras acciones y nuestras respuestas emocionales ante circunstancias retantes. Esto nos da un mayor sentido de control sobre nuestras vidas y nos permite ser más resilientes frente a los desafíos.
Reflexión final
La gratitud y la aceptación son dos poderosas herramientas para el crecimiento personal y el bienestar emocional. Dar las gracias y apreciar lo que tenemos en nuestras vidas nos llena de posibilidad y nos abre a nuevas oportunidades. Por otro lado, la aceptación es una habilidad poderosa que nos permite superar las dificultades de la vida con serenidad, determinación y a enfocarnos en lo que sí podemos cambiar.
Agradece por lo que tienes y acepta lo que no puedes cambiar, y verás cómo tu vida se transforma y te abres a un mundo de posibilidades y crecimiento personal.
Un gran abrazo de corazón a corazón de tu amiga Andrea